Entendemos la escolaridad como un tiempo valioso para vivenciar experiencias significativas y trascendentes para animar, apoyar e incentivar en los alumnos el desarrollo de su voluntad y su inteligencia; pero principalmente de sus sentimientos, ya que todo ello constituirá la reserva de su futura fortaleza interna.
En la base de nuestra propuesta educativa está la formación y el desarrollo de la conciencia del alumno, su autoconocimiento como persona y la valoración de su propia identidad.
Para concretar una educación multidimensional hemos seleccionado un conjunto de capacidades que se estimulan y desarrollan a través de las actividades de aprendizaje en las diversas áreas curriculares, entre las cuales enfatizamos:
– La autonomía
– El pensamiento crítico
– La comunicación (castellano e inglés)
– La creatividad
– La productividad
– La empatía
Este enfoque y práctica:
– Enfatiza el aprendizaje en base a proyectos y problemas.
– Favorece el trabajo en equipo y el aprendizaje cooperativo.
– Promueve la práctica del autoaprendizaje y la metacognición.
– Promueve el desarrollo de habilidades sociales como la asertividad, la empatía y la autoregulación.
– Fomenta el respeto a las diferencias individuales y colectivas.